
Es habitual el cliente que desea instalar una bola de enganche fija en coches con sensores traseros de aparcamiento, pero vendría bien el sopesar si la diferencia de precio del desmontable sobre el fijo nos merece la pena.

El primer problema que nos encontramos al instalar una bola de enganche en un coche con sensores de aparcamiento, es el saber a ciencia cierta si la ubicación del enganche va a interferir en la zona que ocupa el rango de detección de los sensores traseros, si os fijáis en el croquis, la zona indicada con la letra D y la ubicación de la bola están prácticamente rozándose, y eso hace que el margen de error sea mínimo. Tuvimos una instalación en la que si se ponía el capuchón de protección de la bola los sensores detectaban al enganche, estamos hablando de unos escasos milímetros.

Si a eso añadimos, qué aun teniendo referencias del fabricante del enganche, cada coche no lleva los sensores con los mismos grados de apertura y eso pueda ocasionar que lo que en un coche el enganche no es detectado en otro de la misma marca y modelo sí que lo sea.

La siguiente cuestión, una vez instalado el enganche de remolque fijo las distancias que nos va a indicar los sensores van a ser erróneas, los sensores están calibrados para que la superficie del paragolpes sea su referencia respecto a la maniobra del aparcamiento, en el momento colocamos la bola del remolque la superficie de referencia va a cambiar totalmente y los sensores nos van a indicar una distancia al obstáculo que no es la correcta. Ocasionando que las referencias que nos proporciona los sensores a la hora de hacer las maniobras de aparcamiento no sean válidas.

Es importante calibrar a la hora de instalar el enganche fijo, si nos merece la pena el perder la efectividad de los sensores de aparcamiento.
En la mayoría de ocasiones la diferencia de precio entre ambos modelos es mínima.